NI A QUIEN CREERLE NI POR QUIEN VOTAR



Pedro Alfonso González Ojeda.

Este año, si la vida me alcanza, cumpliré setenta. O sea, peino canas desde hace veintitantos y hoy mi peluquero me preguntó a qué iba. Con esto quiero decir que he visto el desarrollo de mi ciudad, he contemplado su historia desde la segunda mitad del siglo XX, conservo más o menos buena memoria de las cosas remarcables de mi vida, sé sin lugar a dudas a quien agradecerle lo bueno, lo malo y lo "pior" Tuve oportunidad de conocer a muchas personas importantes, otras no tanto pero interesantes y he tenido amistades por montones con quienes aún suelo convivir y a veces combeber. Este último término es un neologismo urbano que muy pronto estará en el diccionario de la Academia, se transformará en el verbo: yo combebo, tu combebes etc. Asistí por ende, a votar a la casilla que estaba cerca de mi casa. Lo hice más que nada, para mantener vigente aquella boleta de votaciones que el sistema electoral nos dio en un sobre amarillo pues ya sabíamos quién sería el ungido por el dedo del mandatario saliente. Nuestra democracia era más bonita que la de ahora, que sigue siendo igual pero con más pleitos, descalificaciones, raterías, tranzas, populismo venezolano, ridiculeces y pendejismo, en una palabra.  Fui testigo del heroísmo de unos pocos, la guerra calderonista no había llegado para quedarse  jamás. Fui fanático del comunismo cubano hasta que conocimos la clase de arañas que fueron Ernesto Guevara y Fidel Castro. Me enardecí ante injusticias como la muerte de Luther King, supe de primera mano del complot de la CIA para matar a JFK a través de tres tiradores en Dallas Tex. Brinqué de gustó cuando derribaron el Muro de Berlín, y así, montones de acontecimientos mundiales, del país y de esta pobre ciudad,que va de mal en peor.

Para muestra basta un... Detalles que parecen pequeños, pero hacen la diferencia cuando deambulas por calles como Mariano Otero, frente al 639, sus dueños, probablemente ya no residen allí y está sin mantenimiento por lo que la enredadera obliga a bajarse de la acera con el peligro para el ciudadano joven y de la tercera edad, pues los automovilistas, toman cualquier vía como pista de carreras.

Me tomé el atrevimiento de fotografiar el frontis de esta casa en varias fases, para corroborar mi dicho, con la petición formal para los propietarios de cortar la maleza en beneficio de todos los que usamos la banqueta. Sin embargo, pensando que podría estar abandonada, envié las fotos al municipio para que este tome cartas en el asunto por intermedio de la oficina de plazas y jardines. Ya se que los jardines privados no pertenecen al rubro, pero, hay que hacer olas.
Esta es otra vista que ejemplifica mejor lo que he mencionado y siendo que muchos caminamos absortos por el rumbo, nos comprendan los dueños de tan bonita casa que se afea con semejantes matorrales.

Y hablando de plazas y jardines, obvio es decir que tales incursiones por Mariano Otero, me llevan como a muchos, al jardín de Tequisquiapan y toca a personajes como los Arquitectos Cosío y Algara quienes por encomienda del Gobernador Antonio Rocha, hicieron del jardín uno de los más hermosos de la ciudad. Pero por desgracia, la falta de cultura, una educación refinada y tacto político, de presidentes municipales nefastos, como el actual, han permitido su deterioro. Y como se dice que Gallardo odia a los habitantes de San Luis en general y a los de Tequis hacia el poniente en particular, pues con eso tenemos para darnos cuenta que el emblema de este barrio tradicional, se va al traste. 


Sin ir más lejos, tengo una prima...no es Gertrudis, esta vez es Veva, quien sufrió en carne propia las consecuencias del deterioro del Jardín de Tequis. Fue atropellada por una pequeña que a gran velocidad en sus patines, por esquivar la ausencia de mosaicos en el piso, fue a dar contra la humanidad de ella, provocándose varias lesiones que no vienen a cuento, pero que la mantuvieron hospitalizada.

La falta de un mantenimiento adecuado no solo de este jardín sino los de toda la ciudad, habla del desapego de los inspectores municipales para corregir y prevenir accidentes como tal y otros que han sucedido, que son denunciados, pero no resueltos. Si a eso agregamos el ambulantaje que se ha enseñoreado impidiendo el libre tránsito y por qué no decirlo, no permite que los niños jueguen libremente en un sitio que desde hace más de un siglo, fue construido para eso, para el solaz y esparcimiento de los potosinos.
Esta ciudad necesita hombres al frente de nuestra ciudad, que no estén comprometidos con personajes oscuros y tenebrosos, que amen la capital del estado, que provengan de sus barrios, de sus calles, que pertenezcan al municipio nuestro, hombres o mujeres de bien, que no roben la historia en adoquines. Gente como Don Miguel Valladares, Felix Dahuajare, Salvador Nava, personajes que dejaron huella entre nosotros por sus cualidades de honestidad y amor por este pedazo del mundo. 
Una cosa más, mis estimados lectores:
Si vuelven a votar por "ya saben quién", nos llevará la "ya saben qué"

Feliz año 2018. 

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