OTRA VEZ LECTOR.  AHORA EN LOS SENTIMIENTOS DE FRANCIA.

La imagen puede contener: 3 personas, personas sentadas y trajeJueves 29 de junio, onomástico de los Pedros como yo, gracias por las felicitaciones (tres), que me llegaron. 
Me invitó la Dra. en Filosofía y Letras, Margarita Díaz de León por segunda vez a ser lector. Esta ocasión en grata compañía de un bonito grupo de franceses y distinguidas damas de la casa potosina expertas en el idioma galo.

La poesía de diversos autores fue un halago a los ojos de quienes no circulamos por ese estilo literario y darles lectura fue un reto interesante pues la ignorancia que me abruma con la métrica, los endecasílabos y toda la sensibilidad de los escritores leídos, pudo haber sido catastrófica en boca mía de no ser por la insuperable guía de Margarita, que se sabe al dedillo todo lo relacionado de mantener a los lectores concentrados y al público agradecido por lo que puedan retener.

Marlene Dietrich
Por otro lado estuvieron las voces del grupo de canto de la Maestra Liliana, quienes como ella, se lucieron cantando un repertorio franco-mexicano, así como otras canciones que me recordaron la época en que me enamoré de la voces de Edith Piaf. y Marlenne Dietrich.
Edith Piaf
Doña María Ojeda, mi madre, tenía especial predilección por la vida de la Piaf. Se sabía muy bien sus canciones y las tarareaba en francés, de ahí fue como tengo un micro entendimiento de el idioma, adjunto a los dos años de francés en el salón preparatoriano de la Medemosille la maestra Anita Gómez del Campo quien se esforzó enseñarnos con tan poco éxito debido a lo cabeza dura y latosos que fuimos en su salón. Pero era linda, amable y sobre todo, educada y tolerante.


Lo hicimos bien, el público se vio contento y sobre todo los lectores parisinos, conformaron un grupo de fans, atraídos por su español gutural, toda vez que había entre el público estudiantes tanto del Centro de Idiomas de la Universidad Autónoma como de otros centros de enseñanza.


En lo personal, quedo muy agradecido con el grupo por su paciencia, trato y gentileza al corregir mis dos mil docientos errores. a Margarita por haberme invitado, que no puedo negar que me gusta mucho participar en cosas culturales que pulen mi ignorancia y al público que después del café, se acercaron a felicitarme y a ofrecer dos programas de radio, tres entrevistas y uno de televisión, cosas que por supuesto no acepté. No es cierto, solo una señora al salir de las Cajas Reales, me señaló su pulgar hacia arriba, que de inmediato interpreté como Nerón...viviré.

Nos leemos en la Próxima.

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